Flor de Loto
La flor de loto florece desde el suelo más profundo y más grueso. En muchas culturas y religiones del mundo, la flor de loto es un símbolo de belleza y espiritualidad.
Símbolo de flor de loto en diferentes religiones
budismo:
En el budismo, la flor de loto está asociada con la pureza, el despertar y la lealtad.
En el budismo, la flor de loto también representa un ciclo causal. Cada acción o pensamiento humano producirá un efecto o reacción, que puede reflejarse en la vida.
La flor de loto es la más grande de las flores, lo que representa solemnidad, dulzura y pureza. Por lo tanto, los Budas a menudo están sentados en un loto.
Los chinos han adorado a la flor de loto desde la antigüedad. La flor de loto es también uno de los símbolos del taoísmo.
hinduismo:
En el hinduismo, la flor de loto representa el centro de energía del cuerpo humano, conocido como el chakra, y está conectado con la belleza, la prosperidad, el conocimiento, la fertilidad y, sobre todo, con la eternidad y la espiritualidad.
Muchas deidades y diosas del hinduismo están relacionadas con las flores. Por ejemplo, Lakshmi (o Mahalakshmi), diosa de la suerte y la riqueza, usa un sari rojo y se sienta en un loto completamente abierto.
Después de comerciar con los budistas durante miles de años, los líderes hindúes comenzaron a usar la flor de loto como símbolo de paz y eternidad. El loto generalmente se ve a los pies de dioses como Lakshmi, Ganesha y Saraswati, por lo que se considera un símbolo sagrado de dignidad en la India.
En la cultura egipcia:
En la cultura egipcia, el nombre de loto es Seshen. Representa el sol y el renacimiento.
La flor de loto también está vinculada por los egipcios a la muerte. El libro egipcio de los muertos menciona que los muertos pueden convertirse en flores de loto con la ayuda de hechizos que simbolizan la resurrección y el renacimiento para lograr la vida eterna.
Hay una manera de expresar fe por el hinduismo o el budismo, es usar joyas con flores de loto. El loto recuerda a las personas que permanezcan humildes en todo momento y que se concentren en desarrollar la paz interior.